DEL DÍA EN QUE GANÉ UN STREET STYLE

• Top: Versace.
• Jeans: Mango.
• Zapatos: D&G.
• Clutch: Versace.

ESTABA DE VISITA EN LA PASARELA 080 CUANDO VI QUE HACÍAN FOTOS PARA UN CONCURSO de Street Style,  participé  y mira por donde, gracias a amigos, familiares y locos que me dieron un “Me gusta” en Facebook, gané el concurso y un cheque de 300€ para gastar en la Roca Village.

Versace, Loewe, Dolce&Gabanna o Escada  son algunas de las marcas que campan a sus anchas por el Outlet y yo sólo tenía un requisito: gastar mis 300€ ese mismo día porque me caducaba el cheque regalo.


NADA MÁS ENTRAR EN EL RECINTO ME ACAPARÓ UNA SEÑORITA JORDANA QUE REGENTABA un puesto callejero con cremas del Mar Muerto. Quería  hacerme una demostración de los potingues que vendía y  decidí que no pasaba nada por perder 10 minutos de mi tiempo escuchando las delicias y los efectos milagrosos de los potis que me ofrecía.

Me puso una crema en una uña para la manicura y como yo iba maquillada, en vez de en la cara, me probó una hidratante en el brazo derecho, una antiarrugas en el izquierdo y una mascarilla en la mano. Cuando ya me estaba hartando me preguntó que cuantas cremas me quería llevar y como mi paciencia se estaba acabando le dije:

-Pues mira estas mismas cuatro que me has probado (y para mis adentros pensaba: Le pago los 30 Eurazos que me pedirá por los potingues  y me lanzo a mi orgía consumista).


A TODO ESTO, LA SEÑORITA JORDANA SACA UNA CALCULADORA Y EMPIEZA A HACER CÁLCULOS Y AUNQUE YO por fuera parecía muy digna, en realidad estaba sufriendo de taquicardias ¡Cada cremita de aquellas valía 300€! así que multiplicad: ¡¡¡¡1.200€ la broma!!!!

Empecé a inventar diez mil excusas para rechazar las cremas del demonio, la chica se medio mosqueó, pero yo me libré de ella y me preparé para abordar el outlet con todas las de la ley.


DESPUÉS DE DARME UNAS CUANTAS VUELTAS DECIDÍ QUE NO HABÍA NADA DE MENOS DE 300€ que me gustará, los bolsos rondaban los 1.500 y los zapatos se pasaban de 300. No podía creerme que tuviera un cheque regalo a punto de caducar y ni una sola bolsa en mis manos.

Pero no penséis que me fui de vacío, no, al final me llevé las bolsas más grandes y más llenas de todo el Outlet y fundí mi cheque regalo en:

1. Una báscula.
2. Una tostadora.
3. Un calefactor para el baño.
4. Un par de calzoncillos para mi amantísimo esposo.

QUÉ INSULSA RESULTA MI VIDA A VECES.