SOY UNA MUJER VINTAGE.

MI AMANTÍSIMO ESPOSO ACABA DE CUMPLIR CUARENTA AÑOS Y PARA TAN MAGNO ACONTECIMIENTO QUE MEJOR QUE CELEBRAR UNA ENTRAÑABLE REUNIÓN FAMILIAR.


Contra todo pronóstico, mi marido está llevando muy bien esto del cambio de década, pero  a mí, esto de que la gente de mi entorno vaya entrando en la cuarentena me ha hecho reflexionar.


Casi todos los hombres de más de cuarenta años que conozco, creen de ellos mismos que están hechos unos chavales, pero cuando alguien dice que se siente joven… malo, es el primer síntoma de que está envejeciendo o ¿acaso habéis oído alguna vez que un jovenzuelo diga que se siente joven y lleno de energía?

OTRA FRASE TÍPICA DE QUE TE ESTÁS HACIENDO VIEJO: "LA EDAD ES UNA CUESTIÓN DE ACTITUD, PUEDES TENER 60 Y SENTIRTE COMO UNO DE 18 Y TENER 18 Y SENTIRTE COMO UNO DE 60" ¿EN SERIO?


Primero, yo nunca he visto a ningún adolescente comportarse como un jubilado y segundo, como al cuarentón de mi esposo le dé por hacer botellones, cortarse el pelo a lo cenicero y escuchar música bakala, le pido el divorcio ipso facto.


Mirando los anuncios de televisión, te das cuenta que la perspectiva que te espera es bastante desmotivadora:  resulta que no sólo son las arrugas, que mira, con un buen cirujano plástico algo se pueden mejorar, en la tele nos ofrecen infusiones para los sofocos de la menopausia, cremas para las dentaduras postizas, geles lubricantes para las relaciones sexuales, yogures para los huesos y  para el tránsito intestinal, margarina para el colesterol, compresas para las pérdidas de orina y un sinfín de productos de lo más alegre; así que, una  mira al futuro y en vez de verse a lo Joan Collins, se imagina sofocada, incontinente y con los huesos rotos.


TOTAL, QUE EN LA REUNIÓN FAMILIAR DE HOY, HEMOS LLEGADO A LA CONCLUSIÓN QUE PARA CONSERVARTE JOVEN LO MEJOR ES MENTIR SOBRE TU EDAD Y ANADIRTE DE 12 A 18 AÑOS MÁS DE LOS QUE TIENES.

A partir de ahora, cuando alguien me  pregunte mi edad,  sin apenas inmutarme responderé que 53. -¿En serio? ¿53? – Si, 53.


Me dirán que qué guapa estoy y que qué bien me conservo, y yo, con una amplia sonrisa les responderé: -No, yo no me conservo puesto que yo no soy una lata de anchoas, lo que pasa es que yo:

SOY UNA MUJER VINTAGE.