DE EXCURSIÓN AL CENTRO COMERCIAL

• Blazer: Zara.
• Jeans: Mango.
• Clogs: Chanel.
• Bolso: Marc Jacobs.
• Espontáneo: Pastel de Moras.

ESTE SÁBADO Y SIN SABER MUY BIEN NI CÓMO NI POR QÚE,  ACABÉ CON MIS HUESOS EN UN CENTRO COMERCIAL DE BARCELONA y una cosa os diré: si como a mí no se os dan bien las aglomeraciones, un sábado tarde en Diagonal Mar puede resultaros realmente apocalíptico.

Ciertamente estar allí es como estar en una orgía consumista: tiendas, cines, chuches, heladerías, pajarerías, sillones de masaje, restaurantes, niños gritando, berreando  o ambas cosas,  señores con bermudas, señoras con carros llenos hasta arriba dirigiendo -con mucho arte por cierto- a toda su prole entre la multitud, en una palabra: Mordor.

A MI QUE QUERÉIS QUE OS DIGA, ME PILLÓ TOTALMENTE DESENTRENADA Y DESPREVENIDA y como no se me da bien el arte del esquivamiento y los driblajes, tuve  que  agudizar los cinco sentidos para no tropezarme y/o resbalarme por las rampas automáticas.

A todo esto, súmale el pánico que me entró cuando contemplé la posibilidad de perder a mi amantísimo esposo entre la multitud  y encontrármelo  horas después haciendo de feliz padre  y marido de una familia que no era la nuestra.

OS LO ADVIERTO, UNA Y NO MÁS SANTO TOMÁS: los sábados por la tarde no me busquéis en los centros comerciales que no me vais a encontrar, por lo pronto seguiré comprando en las decenas de Zaras, Bershkas y Mangos que hay repartidos por  toda mi ciudad, que así, a la vez que tiro de VISA disfruto de la bonita arquitectura de Barcelona y aprovecho para recargar energías con los soleados y calurosos días de verano que nos esperan, que para no ver el Sol y hartarme de aire acondicionado ya tengo el metro y la oficina.

Johanna Acquah dixit.